La inédita demanda del Padre Mateo en las calles del país, por una ley que incremente el presupuesto del sector salud a por lo menos el 10% del presupuesto general del Estado, ha disparado un debate público acerca de la proporción de los ingresos nacionales que se destinan a la atención de la salud pública en Bolivia. Si el gobierno afirma que el PGE asigna el 11.5% al Sector Salud, hay organizaciones civiles, parlamentarios, líderes políticos y analistas que muestran porcentajes diferentes, generándose confusión e incertidumbre. Con respecto a la situación de la salud pública se revelan vacíos de información veraz y confiable, que, además de interferir en la valoración rigurosa de los problemas, obstaculiza identificar las respuestas necesarias.
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